Cámaras de documentos
Cuando escribí la primera versión de El aula sin pizarra, allá por 2016, estaba trabajando en el CEPA Miguel de Cervantes de Azuaga. En aquellas aulas las clásicas pizarras de tiza de toda la vida ya habían sido sustituidas por PDI y una de ellas, además, con una pizarra blanca.
Una de las pizarras digitales la utilizaba durante mis clases de ciencias, pero tenía un problema: cuando menos lo espero la pizarra me traicionaba dibujando líneas donde yo no le pedía, emborronándolo todo. Cuando eso sucedía no me quedaba más remedio que recurrir a la pizarra blanca, pero tenía que estar cambiando constantemente los rotuladores para que la escritura se viese con claridad.
Así que probé a colocar una webcam enfocada hacia un cuaderno colocado bajo ella: lo que escribía y dibujaba en el cuaderno aparecía, en tiempo real, en la pantalla gracias al proyector. La webcam la controlaba desde aplicaciones que, además de proyectar en tiempo real, me permitían tomar fotografías e incluso grabar vídeos.
El resultado: encontré una forma de prescindir del uso de pizarras. Con el tiempo me enteré de que yo no era el primero en tener esa idea, y que ya había en el mercado cámaras diseñadas para la función que yo necesitaba.
Además ya no tengo que darle la espalda a mis alumnos en ningún momento.