Insignia del 17 de mayo
Tal día como hoy, pero de hace ahora 25 años, la Organización Mundial de la Salud decidió eliminar la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales.

Pero, claro, una cosa es la OMS y otra la sociedad. Me temo que la mayoría de nosotros hemos sido formados en una visión de la realidad que clasifica a los seres humanos en hombres normales, mujeres normales y "diferentes con los que se ha de ser tolerantes porque, al fin y al cabo, son seres humanos".

Y, no, no es eso.

Para empezar debe quedar claro la genética no es una moneda de dos caras llamadas macho y hembra. Ciertamente la mayoría de la población humana tiene cromosomas sexuales XX (lo que solemos llamar "mujer") o XY (lo que solemos llamar "hombre"), pero no es menos cierto que algunas personas tienen otras configuraciones menos frecuentes como XXXXXY, XYY, X y otras.

Para continuar la genética puede perder la partida frente a las hormonas durante el desarrollo embrionario, dando lugar a individuos intersexuales.

Desde el punto de vista psicológico no hay tampoco reglas fijas porque, a pesar de la influencia del entorno social, hay individuos de todas las configuraciones genéticas (y ¿hormonales?) anteriormente mencionadas que se ven a sí mismos como hombres, como mujeres o que, simplemente, no se identifican claramente con una u otra etiqueta.

Y, claro, algunas personas no están cómodas con su propio cuerpo, por lo que es normal que recurran a tratamientos de reasignación de género (popularmente conocidos como "operaciones de cambio de sexo").

Y, para terminar, mas allá de los cromosomas, el desarrollo embrionario, la propia percepción personal de uno mismo y los tratamientos de reasignación de género, cuestión aparte son las apetencias sexuales de cada uno, que pueden ir enfocadas hacia el ¿sexo? ¿género? (a estas alturas estas palabras comienzan a volverse un poco ambiguas) ¿opuesto?, hacia el ¿propio?, hacia todos o hacia ninguno, por no mencionar algo tan humano como la curiosidad por aquello que todavía no hemos probado y el morbo por romper un tabú.

Asi que no, ya ven, no hay "hombres normales", "mujeres normales" y "diferentes cuyos derechos hay que respetar". La realidad es mucho mas sencilla: hay toda una gama de posibles combinaciones de genética, desarrollo embrionario, visión de uno mismo, tratamiento de reasignación de género y apetencias sexuales. Es evidente que algunas son mas frecuentes que otras, pero no por ello son mas dignas de respeto.

Y, claro, cuando un ministro (Alfonso Alonso, hace pocos días) incluye a la homosexualidad y la transexualidad en la lista de factores que vuelven problemática a una familia, o cuanto un aspirante a líder de presunta izquierda etiqueta a homosexuales y transexuales como "diferentes" (por contraposición a los heterosexuales que, al parecer, somos "normales": no señalo por no encontrar la cita, pero hay algún que otro izquierdoide con una empanada de ese nivel) estamos cayendo, una y otra vez, en el mismo error. El colmo es cuando libros de texto de la ESO pretenden elevar a doctrina científica lo que no son mas que posicionamientos ideológicos homófobos del siglo pasado.

Pero, claro, supongo que sigue siendo muy sencillo y placentero considerarse a uno mismo como "normal" y al otro como "raro" o "inferior". Mi problema es que ya soy demasiado viejo para creerme esos planteamientos infantiles.

Y puedo ser medianamente tolerante con mis alumnos mas jóvenes que, al fin y al cabo, quizá acaban de salir del cascarón y no han tenido tiempo de reflexionar sobre todo esto. Pero con adultos presuntamente maduros soy mas exigente, especialmente si ocupan un cargo en el gobierno o tienen responsabilidades educativas.

Last modified: Tuesday, 18 April 2023, 8:39 PM