¿No hemos aprendido nada en doscientos años?

Portada del libro "Vindicación de los derechos de la mujer", de Mary Wollstonecraft
Allá por el 1790 Mary Wollstonecraft se dirigía a Talleyrand-Périgord para pedirle algo muy simple: que el sistema educativo francés tratase por igual a niños y niñas. Talleyrand, quien había propuesto enseñanza gratuita para niños y niñas, lo hizo con la intención de que las niñas fuesen educadas para la realización de labores domésticas. Finalmente la constitución de 1791 reconoció la ciudadanía de los hombres, no de las mujeres, y las voces discordantes como Olympe de Gouges fueron acalladas en la guillotina.

En estos últimos días un conocido ex alcalde de una ciudad extremeña (y actual diputado) presentaba a una mujer diciendo de ella que era poco conocida porque mientras otros iban a los bares ella "estaba atendiendo a sus hijos, como es lo lógico, lo correcto y lo que hay que hacer". Más o menos al mismo tiempo el Colegio de Médicos de Castilla y León presentaba como un grave problema "la feminización de la profesión" por las bajas que la maternidad podía ocasionar.

En pleno siglo XXI.

Mary Wollstonecraft debe estar revolviéndose en su tumba. No hemos aprendido nada en doscientos años.

Última modificación: viernes, 14 de abril de 2023, 20:18