1816: el año más oscuro
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1816: el año más oscuro
1816 sería recordado como el año de la pobreza. La erupción del monte Tambora había provocado un invierno volcánico que acabó con buena parte de las cosechas en Europa, trajo la hambruna y la crisis económica. En Suiza, donde más se sufrieron las consecuencias de aquel invierno, el hambre obligó al gobierno a declarar emergencia nacional. Y fue en una villa de Suiza, cerca de Ginebra, donde convivieron durante algún tiempo los poetas Lord Byron y Percy Shelley.
Byron estaba acompañado por su secretario y médico, John Polidori, y Shelley por su amante adolescente, Mary Godwin. En aquel falso verano, lluvioso y frío, en un país asolado por el hambre, Byron propuso a sus acompañantes un desafío: escribir una historia de terror. Se cuenta que Percy Shelley y Lord Byron, más entregados a la poesía que a la prosa, pronto abandonaron el proyecto, y que Polidori escribió su novela El vampiro.
Polidori, de quien Byron nunca dejó de burlarse cruelmente, se suicidaría cinco años más tarde.
¿Y la joven Mary Godwin, la amante de Shelley? Nadie esperaba que Mary aceptase el reto de Byron porque, a principios del siglo XIX, pocos eran los que creían que una mujer tuviese la capacidad intelectual suficiente como para crear una novela. Pero Mary Godwin era la hija de Mary Wollstonecraft, autora de la Vindicación de los derechos de la mujer, y no iba a rendirse fácilmente. Mary Godwin nunca llegó a conocer a su madre, ya que esta murió poco después del parto, pero sus escritos sobre feminismo (y sobre su propia vida, una vida que la biempensante sociedad inglesa de su época consideró escandalosa) pesaron mucho más en la personalidad de la joven Godwin que su madrastra. A los dieciséis años la adolescente Mary Godwin huyó de su casa con el joven poeta Percy Shelley, casado y cinco años mayor que ella. Su padre, John Godwin, nunca volvió a dirigirle la palabra.
Se dice que su madrastra había intentado dar a Mary Godwin una educación acorde con la de una señorita inglesa de su época y, como tal, había intentado alejar a la joven Godwin de la actualidad científica. Pero fue en vano: Mary estaba al día de los principales avances de su época, y había oído hablar de los experimentos en los que Galvani y otros habían logrado que cadáveres de animales (y también cadáveres humanos) se moviesen impulsados por corrientes eléctricas ¿Sería posible, entonces, revivir a los muertos utilizando electricidad? ¿Y construir un ser humano a partir de fragmentos de distintos cadáveres? ¿Tendría alma esa criatura, sería inteligente? ¿Aceptaría la sociedad a semejante criatura? Las preguntas no dejaban de acumularse en la mente de la joven Godwin.
Aquel falso verano Mary, respondiendo al desafío de Lord Byron, escribió Frankenstein o el moderno Prometeo, considerada como la primera obra de ciencia ficción.
Aquel otoño Fanny, la medio hermana de Mary Godwin (era hija de Mary Wollstonecraft, pero no de John Godwin), se suicidó. John Godwin, antaño defensor del amor libre, seguía sin aceptar la relación de su hija con el poeta Percy Shelley.
Aquel invierno Harriet, la esposa de Percy, sola, abandonada y embarazada, también se suicidó. Pocas semanas más tarde Percy y Mary contrajeron matrimonio. Mary Godwin sería conocida, desde entonces, como Mary Shelley.
El matrimonio de Mary y Percy fue un fracaso: las repetidas relaciones de Percy, defensor del amor libre, con otras mujeres y las prematuras muertes de todos los hijos de la pareja les llevaron a la separación. A pesar de todo Mary nunca llegó a divorciarse de Percy, y conservó su apellido hasta su muerte.
¿Y qué fue de Anna Isabella y Augusta Ada, la ex mujer y la hija de Lord Byron? Aquel frío y oscuro año de 1816 llegaron a Londres William y Mary Somerville. William acababa de ser nombrado Inspector de la Junta Militar del Ejército, lo que le llevaría a formar parte de la Royal Society y a conocer a científicos como Charles Babbage o Laplace. Mary, que acabaría siendo considerada como “La reina de las ciencias del siglo XIX” se haría amiga de Annabella, la ex esposa de Byron, y mentora de la hija de ambos Augusta Ada. La joven Augusta Ada se convertiría en la principal colaboradora de Charles Babbage y, con el tiempo, llegaría a escribir el primer programa informático de la historia.
Pero era el siglo XIX y, claro, en cuanto se supo que A.A.L. era una mujer su trabajo fue ignorado. Hoy en día Augusta Ada Lovelace es considerada como la gran pionera de la informática.
1816 fue un año muy oscuro, sí, pero en él brillaron grandes mentes.
Last modified: Friday, 14 April 2023, 8:32 PM