La importancia de las expectativas

Una niña resuelve un problema de matemáticas en la pizarra mientras el profesor la imagina como futura astronauta.
Efecto Pigmalión. CC By-SA Pablo Hevia
Creo que ya he dicho que suelo trabajar con adultos (principalmente con adultas). En muchos casos uno de los mayores obstáculos que me encuentro es la poca fe que tienen mis alumnos y alumnas en sí mismos.

Esta falta de fé puede deberse a factores que proceden de su entorno (efecto Pigmalión negativo o efecto Golem).

Todo se inicia cuando, en las primeras fases del proceso de aprendizaje, el alumno fracasa, se desanima creyendo que no está suficientemente capacitado y pierde interés en los estudios. El que triunfa en esas primeras fases, por el contrario, recibe una motivación extra que le ayuda en los estudios.

El efecto Pigmalión negativo o efecto Golem se inicia cuando el entorno de una persona la convence de su baja capacidad. A partir de ese momento la persona afectada renuncia a intentar todo lo que se le ha dicho que es incapaz de hacer. Cabe preguntarse por qué razón el entorno de una persona iba a conspirar para convencerle de su escasa capacidad, pero la respuesta es simple: porque el propio entorno tampoco cree en ella. Esto puede deberse a varios factores:

Si una falta de fe en la propia capacidad es un problema un exceso de fe tampoco ayuda. El efecto Dunning-Kruger hace que personas con escasas capacidades o conocimientos se vean a sí mismas a un nivel por encima del real, autoengañándose de forma que no ponen los medios para evitar el fracaso.

Estos efectos no son ajenos al docente: o se es parte de la solución o se es parte del problema. Si nos dedicamos a dar nuestras clases como si toda esta problemática no existiese tendremos, probablemente, unos pobres resultados.

Claro que todo sería más sencillo si tuviésemos unos ratios razonables y la ayuda de un departamento de orientación. Pero es lo que hay.

Last modified: Saturday, 15 April 2023, 7:34 AM